martes, 20 de mayo de 2008

ESPEJISMOS (Relato con reflexion)


Un viajero cansado de recorrer el mundo, decidió desafiar al desierto. Seguro de lograr esta meta, llevó consigo unas pocas provisiones (sobre todo de agua). Pero sucedió que se perdió en la vasta extensión, y comenzó a caminar sin rumbo durante todo el día.
Los días pasaban y la poca provisión de agua, comenzó a agotarse hasta que ya no pudo contar con el precioso elemento.
El sol abrazador y la sed, empezaron a hacer estragos en su organismo no acostumbrado a los rigores del clima.
El hombre fatigado seguía recorriendo la arena ardiente y la aridez de aquella extensión, en búsqueda de agua. Pero al no encontrarla, cayó exhausto sin tener fuerzas para seguir caminando.
Un sueño febril, se apoderó de él; entonces de pronto tuvo la visión de un oásis. Con las pocas fuerzas que le quedaban, se levantó para beber de aquella agua salvadora.
Acercó sus labios y sólo arena ardiente, entró en su garganta sedienta. El hombre, maldijo esta visión y otra vez volvió a dormirse.
De pronto, se vio en su mansión, atendido por su séquito de criados que lo atendían diligentemente. Pero otra vez, se trató de un espejismo.
El sol y la arena ardiente, comenzaron poco a poco a producir heridas en su piel, y una fiebre mortal, acabaron con las fuerzas del viajero. Arrastrándose como pudo, llegó hasta un lugar menos árido que indicaba el fin del desierto, y el comienzo de una selva.
Pero era inútil luchar contra su físico, y se volvió a dormir. Despertó al anochecer un poco más reconfortado, pero débil aún, y le pareció escuchar el murmullo de una corriente de agua. Pero penso “Debe ser otro espejismo, además no tengo fuerzas para levantarme”.
Se quedó inmóvil y se volvió a dormir. A la mañana siguiente, una caravana de comerciantes que pasó por ahí, encontró al viajero muerto, a orillas de un curso de agua.
El hombre, había creído que aquel murmullo, era otro espejismo y por temor a desengañarse, no hizo caso a lo que pudo haber sido su salvación.

REFLEXIÖN:

Muchas veces, nos vemos confundidos por varios espejismos (falsas ilusiones, falsas esperanzas, ídolos falsos, seducciones volátiles y efímeras. Deslumbramientos pasajeros, y peligrosas fantasías).
El ser humano, a veces se aferra a todas estas cosas para lograr sentirse “bien”. Pero no se da cuenta que vive de espejismo en espejismo, como el personaje del relato. Cuando logra encontrar aquella solución o “receta”, termina desechándola por considerarla incorrecta.
No está mal vivir de ilusiones y fantasías; pero ¡Cuidado!, no vaya a ser un espejismo.
Cuando nos sumerjamos de cabeza en la realidad, tratemos de discernir, las fantasías, de las cosas posibles (reales), porque aunque resulte paradójico, la fantasía muchas veces, es parte de la realidad. No nos ocurra lo que al viajero, que por creer que todo era un espejismo; se dejó vencer, y no logró ver que estaba a un paso de su salvación.

Jorge Marcelo Jasnín
15/10/07

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